EN LO PERSONAL: PSICOLOGÍA POSITIVA. Podemos dedicar
parte del tiempo que nos queda a investigar lo que en Psicología positiva se
denominan fortalezas personales, descubriéndolas y profundizado en ellas,
puede mejorar nuestra calidad de vida y abrirnos nuevos caminos profesionales.
Están dividas en seis tipos que a su vez se pueden subdividir.
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1.Sabiduría y conocimiento: Implica la adquisición y
uso del conocimiento; creatividad, curiosidad, deseo de aprender...
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2.Coraje: Consecución de metas ante situaciones de
dificultad externa o interna; persistencia, integridad, vitalidad...
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3.Humanidad: Cuidar y ofrecer amistad y cariño a los
demás; amor, amabilidad...
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4.Justicia: Conlleva una vida en comunidad saludable;
responsabilidad social, lealtad, trabajo en equipo...
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5.Moderación: Nos protege contra los excesos;
humildad, prudencia, autocontrol...
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6.Trascendencia: Provee de significado a la vida;
gratitud, esperanza, espiritualidad...
EN LO LABORAL: UN MUNDO CAMBIANTE. Nuestra ocupación a
lo largo de varios años nos ha hecho diestros en ciertas habilidades, pero quizá
también hemos olvidado algunas otras o tengamos que aprender nuevas destrezas.
En primer lugar, los conocimientos informáticos son
los más demandados hoy en el mercado laboral. Usamos el ordenador como
entretenimiento: correo electrónico, redes sociales, búsqueda de información...,
pero hay otros aspectos en los que podríamos mejorar: ofimática, diseño gráfico,
diseño de páginas web, programas específicos para ciertas ocupaciones... Si,
hasta ahora el mundo de la informática nos ha sido ajeno, debemos aproximarnos a
él sin complejos, sintiéndonos tan capaces como el que más: “Si crees que
puedes, tienes razón, pero si crees que no puedes, también tienes
razón”.
Otra demanda del mundo laboral actual son los idiomas.
Es complicado a cierta edad, iniciarse en el conocimiento de idiomas. Más bien
lo conveniente sería mejorar el nivel del idioma que se estudió en los años
escolares: inglés o francés. Si hay que partir de cero, mejor un idioma que
tenga similitudes con el propio, como el italiano, portugués, que otros de más
difícil comprensión gramatical como el alemán, árabe o ruso, pero todo es
ponerse. El alemán es un idioma que está siendo muy demandado desde que muchos
españoles están optando por buscar su futuro en Alemania.
No hay que descartar la posibilidad de encontrar
trabajo en un lugar distinto a donde se habita. Antes de emprender una aventura
laboral en un país extranjero con idioma y costumbres distintas, puede tener
mayor viabilidad plantearse la movilidad regional o nacional. Si acabamos
trabajando en una región con idioma propio, debemos abrirnos al conocimiento de
ese idioma, lo que facilitará nuestra integración.
Una opción muy actual es
la de emprender un negocio o actividad por cuenta propia. En la situación de
crisis en la que vivimos son miles de personas la que están formándose en
proyectos con los que crear su pequeña empresa o su puesto de trabajo
autónomo.
Flexibilidad. Una realidad que hay que
aceptar, es que la época de los salarios altos y el trabajo fácil (si alguna vez
la hubo) ha terminado. Las exigencias son altas y los salarios son cada vez más
bajos, por lo que una alta pretensión en este aspecto, dificultará nuestra
reinserción laboral. Ya habrá ocasión de reivindicarnos laboralmente cuando la
situación económica mejore.
EN LO SOCIAL: FAMILIA Y AMISTADES. Es el momento de
reencontrarnos con la familia, amigos y abrirnos a nuevas amistades que amplíen
nuestra red social, porque la extroversión y la amistad, está demostrado que
aumentan el bienestar subjetivo (felicidad) de la mayoría de las personas.
Autoestima: seguimos siendo igual de válidos y útiles aunque no vayamos a trabajar, dejar un trabajo puede ser el trampolín a encontrar otro mejor,más acorde con mis valores o estudios.
Voluntariado. Puede ser un buen momento para colaborar en cualquier voluntariado, si no en lo económico, pues no corren buenos tiempos.
Seamos realistas
dedicando unas horas a la semana, lo que nos proporcionará gratificaciones
personales y puede ser la ocasión para conocer personas que tienen intereses
comunes a los nuestros, con los que se pueden establecer lazos de amistad y
ayuda mutua.
Para terminar, una idea de W. G. Ward (escritor y teólogo inglés)
“El pesimista se queja del viento. El optimista espera a que cambie. El realista ajusta las velas”
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