domingo, 26 de enero de 2014

LA FÁBULA DEL PUERCOESPÍN
Durante la Edad de Hielo, muchos animales murieron a causa del frío. Los puercoespín dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en grupos. De esa manera se abrigarían y protegerían entre sí, pero las espinas de cada uno herían a los compañeros más cercanos, los que justo ofrecían más calor. Por lo tanto decidieron alejarse unos de otros y empezaron a morir congelados. Así que tuvieron que hacer una elección, o aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos. De esa forma aprendieron a convivir con las pequeñas heridas que la relación con una persona muy cercana puede ocasionar, ya que lo más importante es el calor del otro. De esta forma pudieron sobrevivir.

Así, pues, en la relación con los demás podemos “pecar” de dos maneras: porque nos aproximamos tanto al otro que prácticamente nos fusionamos con él, o porque nos alejamos tanto que vivimos como si estuviéramos solos. En el primer caso, a la larga se produce gran malestar y sufrimiento, pues la proximidad ahoga. Es lo que ocurre en los “vinculos dependientes” donde no se respetan los límites, por ejemplo, de los padres ni de los hijos. En el segundo supuesto, el malestar se produce por la lejanía afectiva y emocional que provoca el aislamiento del sujeto. Se teme tanto que el “otro” me haga daño que se provoca un distanciamiento defensivo, que a la larga también es dañino, para ambos.

La moraleja de esta historia es simple: la mejor relación no es aquella que se produce una fusión con el otro, sino aquella en que cada individuo aprende a vivir con los defectos de los demás y admirar sus cualidades, y a mantener una “distancia amorosa”. De esta forma, tenemos en cuenta las “espinas” propias y ajenas (las deficiencias de los demás y nuestros propios límites). Así, las familias que mejor funcionan son aquellas que saben mantener una distancia equidistante de los demás: ni demasiado cerca (para no pincharse), ni demasiado lejos (que no produzcan calor unos con otros). Fue lo que hicieron los puercoespín y por esto sobrevivieron.

miércoles, 22 de enero de 2014

Elegir bien a los amigos para irse de viaje

Cómo irse de vacaciones con los amigos (y no perderlos...)

         Para no acabar como el rosario de la aurora, cuando se viaja con amigos hay que tener en cuenta algunos detalles. ...  
Me gusta mucho este artículo porque refleja una realidad, para irse de viaje hay que elegir bien, y si no vete solo, ya sabes más vale solo que mal acompañado...           
  • Una casa solariega, un buen vino al calor de la chimenea… ¿Qué puede salir mal? Pues todo… o casi. La escapada soñada puede convertirse en el último capítulo de una gran amistad. Te prevenimos sobre algunos peligros y te sugerimos cómo evitarlos.
Amenaza nº 1: El desconocido míster Hyde  - Es un clásico: donde uno creía haber encontrado al compañero perfecto para los días de asueto, aparece un extraño, de gustos totalmente opuestos. La estancia campestre se convierte en un sinvivir: le dan pánico las casas de campo (por los bichos y los ladrones), detesta la naturaleza y solo quiere comer pizzas. Nada de excursiones bajo la nieve, descubrimiento de ermitas románicas o sobremesas. Para él, lo único importante es colgar sus fotos en Facebook.
- Cómo evitar la catástrofe: Las variantes de este patinazo son infinitas: un soltero (deprimido) que se marcha con una pareja (feliz); esa familia maja que es un caos; tu amiga del trabajo que te obliga a volver para ponerse su mascarilla antes de salir… ¿La solución? Separarse, y que cada uno haga sus planes. No es ninguna tragedia. Al contrario: tras un día de aventuras cada cual por su lado, te apetecerá reencontrarte y charlar. Y habréis salvado la amistad.
Amenaza nº 2: La habitación indeseable
- El palacete en mitad de la campiña –decoración gustaviana, grandes ventanales y amplias habitaciones con vistas a la montaña– tiene solo un defecto: el dormitorio de la planta baja. Un cubículo de 4 m2 junto a la cocina, con un ventanuco al patio trasero, un camastro herrumbroso y la vibración de la nevera. Como eras la única sin pareja, decidiste aceptar ese cuarto. Resultado: a los dos días, nadie se atreve a preguntarte qué tal has dormido
- Cómo evitar la catástrofe: No suelen aparecer en las páginas de internet, pero (casi) siempre hay una “habitación del pánico” en toda casa maravillosa. La perfección no existe, pero los sacrificios no tienen sentido cuando todos han pagado lo mismo. Por eso la alternativa está clara: sortear las habitaciones y/o alternarlas para que todos disfruten de las ventajas y sufran los inconvenientes.Así, nadie se sentirá estafado
Amenaza nº 3: Terror en el hipermercado
- Bueno, no parece tan difícil. Lechugas, pollo y unas cuantas latas. A mí me gusta todo, te dices a ti misma. Pero hay una bomba de relojería, letal para la convivencia, escondida en la cesta de la compra. Y reúne las dos cosas que despiertan nuestro lado más salvaje: el dinero y las manías de cada uno. Ante el carrito del súper aparecen inesperados “gourmets” que desechan la fruta que has elegido “por no estar en su punto”; o ahorradores compulsivos, fieles a las marcas blancas. Sin contar con el vegetariano, que no piensa pagar la carne; o el abstemio, que no quiere hacerse cargo del vino.
- Cómo evitar la catástrofe: Hay una ley no escrita que siempre debería respetarse en las vacaciones con amigos nunca más de tres personas deben ir juntas al supermercado y siempre deberían llevar una lista previamente consensuada por todos los demás. Menús y presupuesto no deben jamás dejarse al azar. Todos deberían poder cocinar, o al menos comer, los platos que les gustan, y contribuir por igual a un fondo común, que puede estar gestionado por turnos.
Amenaza nº 4: Descanso y juerga... ¿todo a la vez? 
- Otro fijo de los planes de vacaciones: estás agotada después de un trimestre trabajando 14 horas diarias y quieres paz, caminatas mañaneras y lectura al calor de la lumbre. El problema es que se te olvidó que no todos se relajan de la misma manera, especialmente las tres amigas solteras con las que has montado tu escapada. Ellas han escogido el método juerga. O sea, risas histéricas a las cuatro de la mañana, discoteca una noche sí y otra también (y encima se ofenden cuando te descuelgas), ligues de última hora compartiendo el desayuno…
- Cómo evitar la catástrofe: No queda más remedio que decir las cosas con claridad: respeto, libertad y convivencia, las tres palabras talismán… Pero, no olvides que la mordacidad benévola es el arma más eficaz. Puedes recordarles que ellas tampoco están ya en la edad del pavo. Lo pillarán enseguida, porque, efectivamente, son adultas, habrá risas y se disipará la tensión del ambiente
Amenaza nº 5: Polizón a bordo: la autocompasión 
- Hay amigos a los que no es posible sacarles del bajón cuando han decidido enterrarse en él. Pero eso lo tienes claro hoy, tras pasar la Navidad del último año con esa amiga incapaz de superar una (antigua) ruptura amorosa. Pensaste que le vendría bien el viajecito y casi acabas tú en el psiquiátrico. No había manera de arrancarla de las sábanas, de que se arreglara para salir a cenar o de que dejara de llorar por los rincones… En defi nitiva, fue imposible que dejara de hablar de sí misma y se percatara de tu existencia.
- Cómo evitar la catástrofe: No trates de hacer entrar en razón a quien no quiere dejar de estar triste. Siempre encontrará argumentos a su favor, y el debate se hará interminable… y frustrante. Es más efectivo proponerle actividades que la distraigan: pasear, cocinar, jugar... Y niégate con humor a ser su psicólogo. Con los días se sentirá mejor, o menos obsesionada, y tú no te desgastarás haciendo una labor de de 'coach' a domicilio. Y si las cosas no mejoran, ya sabes: con tacto, pero cada una por su lado.

No hagas la maleta sin... 
- Consensuar antes ciertas reglas. Las más importantes: organización doméstica por turnos y libertad para hacer planes por tu cuenta.
- Una casa a la medida Indispensable. una buena ducha, habitaciones similares y calefacción. La época de las penurias estudiantiles ya pasó.
- Las cuentas claras. Hablar de dinero es lo primero. La buena educación no peligra por hacerlo, sino por lo contrario.
- Planes similares. Cuanto más parecidas sean las circunstancias del grupo, más probabilidades hay de coincidir en las expectativas.
- Dos coches, mejor que uno. Uno de los peores infiernos es disponer de un solo transporte para todos. Obliga a un constante consenso.
- De los niños no se habla. No hay nada más insoportable que una crítica sobre cómo educamos a nuestros hijos. Puede acabar en pelea física.
- Un nivel económico parecido. Conviene recordarlo: es difícil coincidir y, sobre todo, disfrutar con alguien que no puede gastar lo mismo (o que acostumbra a gastar muchísimo más).
- Mucha paciencia y humor. Un comentario a tiempo, medido pero simpático, es mano de santo. Nada peor que empezar con un enfrentamiento: el siguiente paso es una discusión.

10 compañeros de viaje poco recomendables 
Los quieres mucho, pero un plan con ellos puede convertirse en la peor de las pesadillas.
1. El impuntual: Todos preparados y esperando... a que llegue.
2. El que desaparece: Una variante del anterior, con la peculiaridad de que se esfuma sin previo aviso. No soporta ir en grupo.
3. Los (recién) enamorados: Todo el día besuqueándose. Insoportables. Solo quieren estar el uno con el otro, así que ¡una y no más!
4. La madre perfecta… Solo está pendiente de los horarios, nunca se relaja. Jamás regaña a sus “cachorros”, convencida de que están muy bien educados, pero opina sobre los tuyos.
5… y la desastrosa: No sabe imponerse, sus niños lo invaden todo. Seguir una conversación entre adultos resulta imposible.
6. El que no da ni golpe: Solo desayuna zumo si lo exprimes tú, nunca recoge la mesa, jamás toca la escoba y le da alergia la fregona.
7. La obsesa de la organización doméstica: Nada más llegar, asignó las tareas, pero nunca está satisfecha cuando toman otros la iniciativa.
8. El hiperguía turístico: Siempre sabe dónde hay que ir, a qué hora y por qué camino. Arrastra con él mapas y gruesas guías.
9. El insatisfecho: Nada le parece bien. El hotel, la comida... Amarga cualquier plan, algo peor que las peleas.
10. El discutidor: Siempre tiene razón, especialmente en las charlas de sobremesa, en las que la tensión sube, y sube, y sube...

Isabel Menéndez.Mujer hoy.


lunes, 20 de enero de 2014

Afrontando el estrés

images (26)Estrés es una palabra que escuchamos habitualmente en nuestro día a día. “Lo que tienes es estrés”, “ha sido un día muy estresante”, “voy acelerada, ¡Qué estrés!”. Sin embargo, es algo que experimentamos todos, pero que resulta difícil de definir. Podemos entender el estrés como una respuesta fisiológica, psicológica y conductual de un individuo ante un cambio en el ambiente que requiere una adaptación. El estrés es algo subjetivo y aparece cuando percibimos una amenaza y consideramos que no tenemos recursos para afrontarla. Cuando esto ocurre, se genera una respuesta de estrés (activación fisiológica) y nuestro organismo se prepara para la acción. El estrés es un mecanismo que puede tener efectos perjudiciales si se activa cuando no es necesario, pero, el estrés en sí no es malo, ya que nos ayuda a maximizar los recursos energéticos ante situaciones amenazantes y es imprescindible para nuestra supervivencia.
No todos nos estresamos igual ante una misma situación. Ante una misma situación una persona puede estresarse y otra no. Nuestro nivel de estrés no es directamente proporcional al estresor, sino que va a depender de cómo evaluemos la situación y de los recursos que dispongamos para afrontarla. La respuesta al estrés, por lo tanto, depende de tres factores:
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1. La situación. Según Crespo y Labrador (2003, citado por Robles y Peralta, 2006), las principales fuentes de estrés son:
  • Sucesos vitales intensos y extraordinarios. Implican cambios importantes en la vida y exigen un trabajo de adaptación muy intenso. Ejemplos, un accidente grave o la muerte de un ser querido.
  • Sucesos diarios estresantes de pequeña intensidad. Son estresores menores pero muy repetitivos. Tienen efectos muy negativos a nivel psicológico y biológico. Ejemplo de este tipo de estresor serían los conflictos en el trabajo, problemas de comunicación.
  • Situaciones de tensión crónica mantenida. Son situaciones que generan gran cantidad de estrés y que se mantienen durante períodos largos de tiempo. Un ejemplo sería el estrés que sufre una mujer víctima de malos tratos.
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2. La interpretación que hacemos de la situación. Nuestras reacciones ante el estrés dependen en gran medida de nuestros pensamientos y creencias. Es importante cuestionar nuestros pensamientos negativos y sustituirlos por otros alternativos más saludables.  De esta forma, evitaremos tener que usar este kit de reducción del estrés.
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3. Los recursos para enfrentarnos a ella. Existen algunos recursos que podemos utilizar para enfrentarnos a situaciones estresantes, como, la relajación para disminuir la activación, la parada de pensamiento para controlar los pensamientos negativos, administración eficaz del tiempo para conseguir nuestros objetivos, técnicas para mejorar nuestras habilidades sociales y afrontar los conflictos interpersonales, etc.
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Tal y como hemos señalado, nos sentimos estresados en función de cómo interpretemos la situación estresante. Nuestra interpretación determinará si se activa o no la respuesta de estrés. De esta forma, se puede explicar que algunas personas lo pasen muy mal ante una situación, mientras que otras permanezcan impasibles. Existen determinados factores que modulan la respuesta al estrés. A continuación vamos a señalar una serie de factores que amortiguan el efecto del estrés:
  • Percibir que se dispone de apoyo social.
  • Disponer de un estado físico saludable.
  • Recursos personales: Optimismo, buen humor, sociabilidad…
  • Capacidad para saber seleccionar la estrategia de afrontamiento más adecuada en función del estresor.
La clave para afrontar el estrés será la de aprender y generalizar estrategias adecuadas para mejorar nuestra competencia a la hora de afrontar las situaciones estresantes y evitar las consecuencias negativas que tienen en nuestra salud.

viernes, 3 de enero de 2014

ADICCIÓN A LAS COMPRAS, UNA ÉPOCA PROCLIVE LA NAVIDAD

que es la adicción a las compras y como es nuestro tratamiento en Valencia
La adicción a las compras se caracteriza por un impulso incontrolable por adquirir productos innecesarios y superfluos.
Y cuando el consumo desenfrenado y compulsivo sobrepasa la capacidad económica de la persona es cuando comienzan los problemas. Por ello, en este artículo vamos a ver qué es la adicción a las compras, sus principales problemas y cómo puede superarse.

¿Qué es la adicción a las compras? Definición y concepto

Tal y como adelantábamos al principio, la adicción a las compras es un impulso incontrolable que lleva a adquirir productos que la persona no necesita.
Este trastorno termina generando una relación de dependencia y de tolerancia. En otras palabras, el sentimiento de compra compulsiva crecerá progresivamente en el tiempo degenerando, como veremos posteriormente, en un círculo vicioso del que cada vez será más difícil salir.
 

Los problemas de la adicción a las compras

El verdadero problema de esta adicción se produce cuando el consumo impulsivo sobrepasa la capacidad económica de la persona. Es entonces cuando comienzan los problemas económicos: deudas y morosidad son muy frecuentes en esta situación. En los casos más extremos, el comprador compulsivo puede llegar a recurrir al hurto o a la estafa.
El adicto a las compras intenta esconder este problema a su familia. Esta circunstancia no solo hace que el problema sea muy difícil de detectar sino que, además, los familiares se sentirán traicionados cuando descubran que su situación económica se encuentra en números rojos. De la noche a la mañana, son incapaces de afrontar los gastos cotidianos. Por ello, son muy normales los casos de divorcio y separación como consecuencia de un problema de  adicción a las compras.

Los síntomas asociados a la adicción a las compras

Como ya hemos comentado anteriormente, la persona afectada intentará a toda costa ocultar la situación a sus seres queridos. Sin embargo, siendo mínimamente observadores, podemos observar una serie de síntomas característicos de esta adicción.
Pero antes conviene aclarar cómo es el ciclo habitual de la compra compulsiva:
  • Inicialmente, la persona se encuentra triste, nerviosa, frustrada, nerviosa.
  • Pero percibe la perspectiva de comprar como algo excitante, como una vía de escape para todos sus problemas.
  • Durante la compra, le embarga una sensación de placer, de felicidad que finaliza al terminar la compra desencadenando en arrepentimiento y sentimiento de culpa por el dinero derrochado y por haber perdido el control de la situación.
  • Y vuelta a empezar, así una y otra vez.
Por tanto, podemos hablar de un círculo vicioso que empeora progresivamente hasta hacerse insostenible.
Y, una vez analizado el ciclo de la compra compulsiva, ya podemos emprender la tarea de identificar sus síntomas. Señalar que, como siempre, cuanto antes se identifique el problema antes podrá ser tratado evitando que la situación degenere en problemas más graves. Por tanto… ¿Cuáles son los síntomas de la adicción a las compras?
  • Altos niveles de ansiedad en centros comerciales, tiendas etcétera. Esta ansiedad va acompañada de nerviosismo y excitación.
  • El adicto a las compras adquiere objetos superfluos, que no necesita, dado que su satisfacción no reside en los objetos comprados sino en la compra en sí.
  • Justifica sus adquisiciones alegando que eran totalmente necesarias.
  • Para evitar tener que dar explicaciones, termina ocultando sus compras escondiendo los artículos. Por tanto, es muy frecuente encontrar artículos, muchas veces sin estrenar, en los lugares más insólitos de la casa.
  • Por esta necesidad de ocultar a los demás lo que sucede, el adicto a las compras suele aislarse de sus familiares mostrando conductas antisociales por miedo a que descubran su problema.
  • En su vida cotidiana, el comprador compulsivo suele sentir insatisfacción personal, tristeza y, en ocasiones, síntomas depresivos. Además, por lo general, suele tratarse de personas inseguras y con baja autoestima.

El tratamiento psicológico de la adicción a las compras

Cuando el nivel de adicción interfiere en la vida cotidiana y la persona afectada ha perdido el control sobre su adicción conviene recibir ayuda profesional a través de una adecuada terapia o tratamiento psicológico.
Alicia Lopez de fez.

10 CONSEJOS PARA EMPEZAR BIEN EL AÑO 2014

Con el inicio del nuevo año vienen a nosotros planes y objetivos que deseamos cumplir, pero ¿cuáles son esas nuevas metas que queremos para este nuevo año? y ¿cuáles son aquellas que están dentro de nuestra posibilidad realizar?.


Hablar de metas y objetivos suele ser algo muy personal, pero a la hora de plantearlos debemos de ser realistas para que al final de otro ciclo, la mayoría de nuestros objetivos, se hayan cumplido.

Por ello os apuntamos algunas ideas orientativas para comenzar bien el año:

Nuestra economía.- Es importante que no trates de excederte en esta época del año aprovechando las ofertas, tratando de gastar dinero que no tienes. Cuidado con la cuesta de Enero. Es muy importante ser conscientes de nuestras posibilidades económicas. No caigas en la trampa del consumismo fácil, recuerda que la Felicidad no consiste en tener cosas de las que al final somos prisioneros.

Amistades.- Será valioso que hagas un análisis de tu grupo de amigos, con la intención de saber quiénes te brindan un apoyo y compañía saludable. Si en algún momento sentiste que alguna amistad te dio la espalda, será importante que reflexiones si la necesitas dentro de tu vida, de ser así piensa por qué toleras comentarios o situaciones que te devalúen. Aparta a las personas tóxicas de tu vida, o al menos intenta ponerles límites para que no te contaminen.

Familia.- Nuestro núcleo familiar debe ser alimentado día a día, procurando una comunicación sana. Si eres padre o madre, reflexiona sobre tu actitud y el comportamiento de tus hijos, y pregúntate qué más puedes enseñarles para repercutir de manera positiva en su formación. No olvides nunca que las mejores enseñanzas se transmiten con el ejemplo. Si eres hijo, modifica las actitudes que provocan un distanciamiento con tus progenitores.

Salud.- Si tu intención es dejar de fumar, bajar de peso, hacer ejercicio, meditar o ir a terapia, será de gran ayuda que sólo elijas ocuparte de un propósito. Las intenciones antes mencionadas suelen requerir gran trabajo y demandan mucha voluntad por parte de la persona, por ello enfocarse en un sólo reto facilitará terminarlo con éxito. Aprende a seleccionar tus prioridades.

Solidaridad.- La acción de ayudar a alguien puede hacernos sentir muy bien, ya que una labor altruista nos retroalimenta positivamente. El 2014 puede ser para tí el año del voluntariado. Recuerda que lo que das revierte a tí multiplicado.

Tolerancia.- Aprender a ser más tolerantes con nuestro entorno laboral, social o familiar puede reducir nuestros niveles de estrés; además, este acto puede reconfortarnos de manera inmediata. Comienza por ceder el paso en la calle o saludar a aquella persona que no saludas nunca porque te cae mal. El Respeto a los demás es la base de la convivencia.

Miedos.- Como seres humanos, contamos con miedos o temores que muchas veces pueden evitarse. Decide cuál de esos miedos puedes eliminar de tu vida y trabaja en ello. El miedo es una reacción del cuerpo y de la mente hacia el peligro,por lo que a veces puede ser un buen consejero, pero también puede ser un mal compañero de viaje si se asienta en pensamientos irracionales.

Fantasías.- Es importante tener sueños e ilusiones, sin embargo no podemos vivir en la creación de un mundo irreal. Debemos pensar en positivo, pero con los pies asentados en la tierra.

Objetividad.- Muchas veces el amor que sentimos hacia otras personas provoca que perdamos la estabilidad y objetividad en nuestra vida; trata de separar y poner distancia entre cada aspecto para que no te veas afectado por asuntos del corazón, y con la idea de percibir los diferentes ángulos de la realidad presente.

Responsabilidad.- Este año inícialo siendo responsable de tus actos y estableciendo algunos límites. Tú eres el encargado de responder por tus acciones y sobre tu comportamiento hacia los demás. 

Y no olvides el mejor ingrediente en todo momento, sobre todo cuando surjan los momentos difíciles, que los habrá en el 2014: la ESPERANZA. 
Con todo ello estarás en las mejores condiciones para dar un pasito hacia tu felicidad en el año que comenzamos.