miércoles, 6 de agosto de 2014

CÓMO HABLAR DEL DIVORCIO CON LOS MÁS PEQUEÑOS  

Montsé García

 Considero que los padres sí deben hablar con sus hijos cuando deciden divorciarse. Es preferible que al informarles estéis los dos juntos y que busquéis un clima de confianza y cariño, y aunque no siempre es necesario hablar con ellos sobre cómo habéis llegado a ese punto, sí lo es dejar claro que se trata de un cambio permanente para que ellos no se creen expectativas de que vais a volver a vivir juntos.

Por otro lado, dependiendo de la edad de los niños y/o la madurez, habrá que abordar el problema de un modo diferente. De un modo general y de acuerdo con este momento evolutivo concreto se podrían seguir estas pautas:
  • De 0 a 2 años – Es evidente que a los bebés no podréis explicarles verbalmente que habéis decidido divorciaros, pero sí con vuestro comportamiento podéis dejarles claro que aunque uno de los progenitores no viva con él va a seguir compartiendo tantos momentos de su rutina diaria como sea posible. Seguir dándole cariño, amor y la presencia de ambos en la medida de lo posible ayudará a que el bebé no se desestabilice y continúe sintiéndose seguro.
  • De 3 a 5 años – En el tercer año de vida los niños ya tienen cierta competencia verbal y se les puede explicar de forma sencilla qué está ocurriendo, sin entrar en detalles que les puedan desconcertar tales como “régimen de visitas”, “fines de semanas alternos”. Lo que verdaderamente es importante para ellos es saber que podrán continuar haciendo cosas y viendo a ambos progenitores. Por tanto podremos explicarle quién les llevará al cole y quién les recogerá, qué actividades continuarán haciendo con el papá y cuales con la mamá, también se les puede tranquilizar hablándoles de que las casas en las que vivan ambos progenitores son también casas suyas, donde tendrán su espacio y sus cosas y que pueden ir allí a menudo. Y sobre todo habrá que escuchar aquello qué nos quieran decir y preguntar, en la medida en que sean más capaces de expresar sus emociones negativas, miedo, rabia, incertidumbre, tristeza, culpa mejor podremos ayudarles a gestionarlas. En estas edades los niños son muy egocéntricos y pueden llegar a pensar que lo que ha ocurrido a su alrededor ha sido provocado por algo que han dicho o hecho, por eso es importante tranquilizarlos y asegurarles que ellos no tienen nada que ver en esta decisión y que los papás van a seguir cuidando de ellos y queriéndoles igual que antes, tienen que entender que ellos no pueden hacer nada para cambiar la situación. El mantenimiento en lo posible de las actividades y rutinas que tenían antes del divorcio es algo tranquilizador para los niños de esas edades.
Y a cualquier edad lo ideal será esforzarse por separar el rol de padres del de componente de la pareja, esto os ayudará a no utilizar ni mezclar a vuestros hijos en las rencillas que haya en vuestra relación. Sé que supone un gran esfuerzo hacer esto pero la obligación de los padres es cuidar y velar por el bienestar de los hijos y esto es un factor importante a tener en cuenta para que resulten menos afectados. Por tanto es aconsejable evitar discusiones y descalificaciones delante de los niños y también propiciar que los hijos tengan libertad para seguir relacionándose y queriendo a su otro progenitor, esto evitará sentimientos de culpa y angustia en el niño.

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