jueves, 13 de marzo de 2014

Cuando nos sentimos vacíos ...

El vacío fértil    
Vacío FértilA veces nos encontramos con la sensación de vacío, donde tu vida no tiene sentido, donde las ilusiones que tenías han desaparecido, donde lo que te gustaba ya no te gusta y donde lo que te llenaba ya no te produce la menor inquietud.
A esto es lo que yo lo llamo vacío. Un lugar desierto donde no hay nada. Todo lo que habitaba allí ha desaparecido. Yo también me he encontrado en esta situación varias veces y al principio sentía desesperación, incertidumbre, tristeza e incluso ansiedad. Ahora sé que tan solo es el camino hacia la creación de algo nuevo.
El vacío se puede convertir en fértil. ¿Qué significa esto? Significa que, teniendo tierra para cultivar, vacía, se pueden cultivar todos los frutos que uno quiera. Y ahí está tu elección.
A veces puedes pensar que no saldrás nunca de esta sensación a veces tan desagradable pero no es así. Date paciencia. Estás creando una cosecha nueva y como todas las flores y frutos, necesitan tiempo y regado.
Tiempo
El vacío es un lugar nuevo y tiene la función de crear y crecer. Si te encuentras aquí, estás creciendo y eso es maravilloso. Aunque te cueste sostener muchas veces esta soledad, este desierto interior tiene su para qué. Y conectarnos con este “para qué” hace más llevadera esta sensación. No pretendas huir del vacío ya que te creará ansiedad y desasosiego.
Deja de hacer lo que siempre has hecho. Ya no te sirve. No intentes comprenderlo, simplemente está sucediendo. Déjate arrastrar por esta sensación. Sé que da pánico, pero es la única manera de que encuentres agua en medio de este desierto.
Ten fe y confianza. Todas las emociones son pasajeras y este vacío también lo es.
La pérdida de sentido de la vida viene por estar desconectados de nosotros mismos. Estamos tan pendientes del exterior que, quizás, llevamos un tiempo sin prestarnos demasiada atención. Toca adentrarnos en las profundidades, aunque nos lleve a este desierto del que hablamos.
Como toda flor, necesitas tiempo para crear cosas nuevas y, desde este vacío fértil, puedes hacerlo. Sólo con la condición de estar un tiempo vacío, sin saber quién eres.
Regado
Una vez pasada la sensación de desasosiego, incertidumbre y desesperación que acompaña al vacío, podemos cultivar nuevas pasiones. Podemos preguntarnos: ¿Qué me gusta, aquí y ahora? ¿Qué me hace vibrar? ¿Qué me emociona?.
Puedes comenzar a investigar, cogiendo al miedo de la mano, y curiosear nuevos campos hasta entonces impensables para ti, incluso se te pueden pasar por la cabeza ideas que antes no hubieras imaginado.
Enhorabuena. Estás naciendo de nuevo. Para eso sirve el vacío: para volver a nacer, para crearte de nuevo.

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