¿Cómo vivís los obstáculos y traumas de la vida?Espero que seáis del grupo que salen fortalecidos, tu verás.
Aunque la afirmación de Fiedrich Nietzche “lo que no me mata, me fortalece” es más que conocida. Hoy os queremos preguntar si esto de las adversidades y las dificultades en la vida nos potencian realmente y que nos dicen los últimos estudios psicológicos al respecto.
Cuando hablamos de trauma, queremos hacer referencia a cualquier “impacto” en la vida que genera un estrés emocional que acaba por dejar una huella importante en nuestro subconsciente de carácter negativo. Las causas más típicas de traumas emocionales son la muerte de un ser querido, una ruptura sentimental y la pérdidas del empleo o la ruina económica. Muchas de estas, son buenos caldos de cultivo de futuras depresiones. Y sin embargo, la experiencia parece demostrar que el dolor, el trauma y la pérdida nos pueden hacer más fuertes o al menos nos pueden ayudar identificar nuevos recursos en nosotros mismos.
Pensemos en alguien que después de muchos años con su pareja la pierde o se separan. Es posible que esa persona que siempre se ha visto a sí misma como “pareja de” se vea impulsada de golpe a aprender nuevas habilidades, que pueden ir desde conducir, a pagar impuestos pasando por tener que asistir a eventos sociales sola.
Los estudios que se han hecho indican que las rupturas importantes acaban por desestabilizar los cimientos de una persona, lo que la obliga a plantearse sus prioridades en la vida, su razón de ser y su identidad. Y en último término a lidiar con preguntas filosóficas o espirituales que lleva muchas a afirmar con posterioridad una vida con un nivel de conciencia más elevado.
Por lo tanto, los estudios sobre crecimiento postraumático tienen bastante de positivo, en tanto en cuanto, uno no sólo puedo sobrevivir a los grandes impactos emocionales sino que también se puede crecer con ellos. La doctora Sonya Lyubomirsky identifica tres caminos posibles que uno puede tomar ante una adversidad en la vida: la supervivencia, la recuperación y el desarrollo.
- La supervivencia implica un peor nivel de vida aparejado normalmente a una pérdida de capacidad para disfrutar del amor, el trabajo y el ocio.
- La recuperación, se da en aquellos casos en los que una persona sufre después de un trauma, pero al final vuelve a su estado original.
- El desarrollo, se refiere a alguien que sufre pero que, a la larga, no sólo vuelve a su estado original sino que se eleva por encima de él. Son personas que experimentan una transformación.
Dicho de otro modo, el camino hacia arriba que te facilita una vida más satisfactoria y llena de sentido puede estar cubierta de obstáculos y hoyos a sortear. Nada hay de bueno en el pérdida, tan sólo puede haberlo en el sentido que se le quiera dar y en el posterior periodo de lucha que uno afronte.
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